El viejo escenario era parecido a este al que llaman Tierra, finito; aunque
nosotros flotábamos en un espacio perenne: la Imaginación de Julio.
De su infante mente surgían las mejores historias, hechas para el
aburrimiento de esas tardes lluviosas de domingo. Nunca llegué a ser el
protagonista, me conformaba con papeles pequeños o de figurante con uniforme de
séptimo de caballería. Vivía con pasión mi hobby de observar desde el puesto de
vigía en un rancho construido con cartones de leche. Daba igual el aspecto físico designado por tu
creador, aquel niño de pelo revuelto tras la siesta te hacía pasar por
princesa, ladrón, noble del Rey Arturo o caballo sin montura. La fantasía de
Julio se apoderaba de los roles expuestos en la fábrica, creando nuevos. Todos
lo respetábamos, sin quejas ni envidias. Nos convertimos en seres catalépticos
desde el primer momento en el que entramos en su mundo: inmóviles y a su
disposición, pero respirando el nuevo sentido que nos otorgaba. Todo pintaba
bien…
Fotografía del Vigía Anteojos |
Un día descubres que la vida se ha tornado gris, gris adoquín. Te despiertas rodeado de tus tres inseparables, pero ya nada es igual. El estante de libros ha sido cambiado por un viejo artefacto pesado de letras doradas que se encuentra a ras de suelo; y los dibujos clavados con chinchetas fueron sustituidos por feos cuadros florales. Giras tu cuerpo descubriendo la verdad de este abandono: eres un juguete que busca nueva rinconera.
Frente a mí quedaba eso a lo que Julio llamaba calle, que nada tenía
que ver con aquel cuarto de juegos.
"-Sargento: hemos cumplido nuestra misión. Andy ha crecido.
ResponderEliminar-Soldado: Afrontémoslo, cuando las bolsas de basura salgan, nosotros, los del ejército somos los primeros en ir."
Bienvenido! ;)
*
La nostalgia de los juguetes que olvidamos...
Eliminar¡Gracias por comentar y por la bienvenida!
Ésto es el comienzo de una gran amistad *
ResponderEliminarMirada Verzul
Las amistades se empiezan jugando, o así empiezan los niños.
EliminarDebutando por todo lo alto, como hacen los grandes. Y menuda fotaza amigo, me van a entrar celos profesionales... ;)
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Lolailo.
¡Qué va! Lo mío es para dar color al texto...
Eliminar¡Gracias!
Los juguetes y los relatos no son tan diferentes.
ResponderEliminarCuando eres juguete puedes vivir tantas aventuras como imagine el jugador. Pero si dejan de ambientarte, quedas mirando a lo que llaman calle anhelando volver a tener vida. Y, cuando eres relato, esperas que alguien reconstruya toda la historia de nuevo, una ya armada (he aquí la diferencia).
Espero que tus historias ocurran eternamente, saltando de mente en mente.
Escribe libre tras estos anteojos, como Clark Ken. Sin la presión de ser Superman. Te observo desde mi cubilete azul, al que puedes entrar cuando necesites un descanso.
La no identidad te da esa gratitud libre de poder plasmar tus palabras sin miramientos. Ya sabes cómo es este mundo, todos juzgan, pero nunca así mismos.
Eliminar¡Gracias por tu comentario y por jugar con los soldados!
P.D: "Los cubiletes siempre contienen suerte"
Maravilloso, as usual...
ResponderEliminarR
¡Gracias! Venimos de un mundo precioso, que maravilla.
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