Cachivache rechoncho tan capaz de despertar a perezosos inquilinos de entre
las sábanas, como de ser el objeto de insultos nada más empezar la jornada.
Venerado por los precisos transeúntes y odiado por los impuntuales. Su fácil
manejo es la artimaña perfecta de jóvenes adolescentes que llegan tarde a
casa: Papá, por mi reloj he llegado a la
hora que me dijiste. Virus actual de zombis con prisas.
Hogar que habita el Titán Cronos, tras ser encerrado por sus hijos
Zeus, Hades y Poseidón.
Fotografía de Vigía |
Absolutamente M A R A V I L L O S O
ResponderEliminarMe has dejado boquiabierta y sin palabras (¿raro eh?) ;)
Eres un artista de las letras, de las palabras y de las fusiones entre relatos y fotos...
Tu don es un regalo, Vigía.
Que nada ni nadie te pare. No te dejes nada ahí dentro...
Te felicito por tu genial difinición.
Un beso *
Muchas gracias por dar cuerda a este reloj. Bonitas palabras las tuyas, no las merezco, pero las agradezco. Un fuerte abrazo.
EliminarPerdón, definición... Sorry ;)
ResponderEliminarErrar es humano, perdonar divino ;)
EliminarBuah, qué bien haberte descubierto! Bueno, genial todas las acepciones de reloj, es algo que despierta sentimientos tan encontrados!! jajaja...
ResponderEliminarMaría
¡Muchas gracias, María!
EliminarMe alegro que me hayas encontrado y puedas unirte a estas humildes letras escritas con cariño. Me alegra que te guste. Entra, ponte cómoda, estás en tu casa.
Un fuerte abrazo.